¿Quién es Berta?

Berta Cáceres, mujer Lenca, asesinada el 3 de marzo del 2016, creció durante la etapa de violencia que se propagó en Centroamérica en los años ochenta. Su madre, una partera y activista social, dio amparo y cuidó a refugiados de El Salvador, enseñándole a sus hijas e  hijos pequeños la importancia de defender a los pueblos desposeídos.

 
Cáceres llegó a ser una estudiante activista y en 1993 fue cofundadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), cuyo objetivo fundacional fue hacer frente a las crecientes amenazas que representa la tala ilegal, defendiendo los derechos del pueblo Lenca y mejorando sus condiciones de vida.
En el 2006, miembros de la comunidad de Río Blanco buscaron ayuda y se organizaron con COPINH. Habían visto llegar a su pueblo un gran flujo de maquinaria y equipo de construcción. No tenían ninguna idea para qué era la construcción o quién estaba detrás de ese proyecto. Lo que sí sabían era que una agresión contra el río– un lugar de importancia espiritual para el pueblo lenca– era un acto contra la comunidad, contra su libre voluntad y su autonomía.
Con mandatos por parte de miembros de las comunidades locales en cada momento del proceso, Cáceres empezó a dirigir una campaña en contra de la represa hidroeléctrica de Agua Zarca. Interpuso demandas a las autoridades gubernamentales, acompañada de miembros comunitarios en los viajes que hacía a Tegucigalpa. Junto con la comunidad, Cáceres organizó asambleas locales en la cual la gente de Río Blanco hizo votaciones en contra de la represa, y lideró una protesta en la cual la comunidad pudo exigir de forma pacífica su legítimo derecho a decidir por sí mismos si querían el proyecto.
La campaña también buscó apoyo en la comunidad internacional, presentando el caso frente a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y haciendo apelaciones en contra de los financistas del proyecto, como por ejemplo, la Corporación Financiera Internacional, (CFI), la rama del sector privado del Banco Mundial.
Ignorando esas apelaciones, el gobierno nacional y los alcaldes locales seguían avanzando en sus planes. Tergiversaron apuntes de una reunión comunitaria para presentar una falsa imagen de aprobación unánime para la represa, y ofrecieron dinero en efectivo a personas de la comunidad local a cambio de sus firmas en documentos en que declaraban su apoyo para el proyecto.
En abril del 2013, Cáceres organizó un bloqueo de una carretera para impedirle a DESA el acceso a las instalaciones para la construcción de la represa. Utilizando un sistema de alertas cuidadosamente organizado para mantener informados a todos, el pueblo Lenca mantuvo una fuerte y pacífica presencia, turnándose entre amigos, amigas y miembros de familia por semanas enteras a la vez. Durante más de un año, el bloqueo hizo resistencia contra múltiples intentos de desalojo y violentos ataques por parte de contratistas de seguridad militarizada y los cuerpos armados hondureños.
Contra viento y marea, los esfuerzos de Cáceres y la comunidad Lenca triunfaron en mantener el equipo de construcción fuera de la zona donde se construiría la represa Agua Zarca. A finales del 2013, Sinohydro dio por terminado su contrato con DESA, señalando públicamente como motivo la continua resistencia comunitaria y la indignación frente a la muerte de Tomás. Agua Zarca sufrió otro golpe aún cuando la CFI retiró su financiación, citando como motivo inquietudes sobre violaciones a los derechos humanos.

BERTA CÁCERES Y GLOBAL WITNESS
El nuevo informe de Global Witness "Cuantos Mas" pone en evidencia que en Honduras (el país más peligroso en el mundo para los defensores ambientales) se produjeron 111 asesinatos entre 2002 y 2014. El caso de la activista Berta Cáceres, ganadora del Premio Goldman de Medio Ambiente de 2015, es especialmente representativo de la persecución sistemática a la que se enfrentan los defensores hondureños.

"Me siguen. Me amenazan con matarme, con secuestrarme. Amenazan a mi familia. Esto es a lo que nos enfrentamos", comentó Cáceres. Desde 2013 han asesinado a tres de sus compañeros por oponer resistencia a la presa hidroeléctrica de Agua Zarca, en el río Gualcarque, que podría interrumpir una fuente de agua vital para cientos de miembros del pueblo indígena lenca.

https://www.globalwitness.org/campaigns/environmental-activists/cuantos-mas/


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