El Pensamiento De Mi Mami
Berta Cáceres, mi madre, mi mami, era la lucha andando, con todas las opresiones encima, cargando en la espalda los dolores que este sistema les impone a los pobres, a los indígenas pobres, a las mujeres indígenas pobres.
Berta, capaz de indignarse ante cada una de las injusticias del mundo, se rebela ante ellas y lucha en su contra.
No es fácil la tarea que se nos ha encomendado. Hablar de Berta Cáceres es un reto para nosotras, por lo que implica su vida, porque fue asesinada por su pensamiento, discurso y práctica, y porque además, Berta, es nuestra madre.
Lo que quisiéramos contar de ella es su lucha y profundizar alrededor su pensamiento que creemos necesario para las personas que soñamos y creemos en un mundo nuevo.
Ella procuró profundizar sus análisis. Con la mente abierta al mundo se nutrió de las sabidurías de muchas y muchos e incorporó una ética construida en principios sólidos que constituyeron su brújula de acción.
Se rebeló contra lo establecido incluso dentro de los espacios de la construcción de resistencias, haciendo propuestas, poniendo en debate su pensamiento con otros, en el que no cabían las recetas preestablecidas, se rebeló a reducirse a teorías aprendidas porque entendía que una de las grandes tareas de este momento es la tarea de crear y debatir.
Mi mami era una luchadora con un fuerte liderazgo nacional e internacional, con un discurso sencillo y una práctica política coherente. Cuando nos referimos a su discurso tenemos que entender que a pesar de profundizar y complejizar constantemente su pensamiento, ella hablaba de forma clara y sencilla, sin subestimar a quien la escuchara, hablando con la misma claridad y convicción al compañero-compañera de lucha o los enemigos del pueblo.
Ella era fuerte y contundente en su discurso y práctica, pero lo era porque Berta era colectiva, es decir no surge de la espontaneidad sino que logra captar dentro de sí, las ansias, las formas y las necesidades de un pueblo explotado, marginado, pero rebelde. Fue tan escuchada dentro de su pueblo porque le habló desde su manera, con la claridad necesaria para bajar los discursos más complejos y debatidos a los desafíos diarios, a las contingencias de la lucha en construcción: con avances, contradicciones y retrocesos. Berta estaba acuerpada por su organización COPINH y estaba legitimada por su pueblo Lenca.
Mi mami desarrolló su pensamiento a partir de la historia y vida de su pueblo y de los pueblos del mundo. Lo hizo generando diálogos francos y abiertos con otros, con realidades distintas y con otras cosmovisiones, lo hizo sin prejuicio, con una escucha atenta que le permitió tomar de cada uno de estos diálogos lo mejor. Alimentándose, tomándolos y procesándolos.
Puso a discutir estas realidades con suya, logrando, así, tener lecturas certeras de su contexto y viendo la vida en su cercanía y no aisladamente. Construyó su pensamiento en un ejerció de contraste con su realidad y la de su pueblo. Esa confrontación se convirtió en una práctica política que implicaba la reflexión constante.
Podemos realzar de mi mami la visión estratégica que le permitió transcender las miradas inmediatistas y coyunturales, y lograr avizorar a los grandes enemigos de la humanidad: el capitalismo, el patriarcado, el racismo, el imperialismo.
Podemos realzar de su discurso y práctica política la sencillez, la claridad, la cercanía con su pueblo, la escucha activa y el diálogo profundo, pero también es importante subrayar la tremenda sensibilidad ante la injusticia, el amor por la humanidad y la sinceridad de su lucha. Ella era una mujer noble, luchaba porque creía que era la única forma de salvar a la humanidad, lo hacía porque no concebía otra forma de vivir. Hay que retomar que era genuina, luchaba porque creía en la lucha.
Era práctica acertada sobre una lectura del contexto amplia, profunda y enriquecida, esos elementos la llevaron a lograr acciones efectivas en contra de un sistema que solo propone muerte.
Ella salía de los lugares cómodos en su pensar y en su práctica concreta y por eso nos aportó tanto. Retomó formas de lucha ancestrales, pero también creó formas de lucha. Salía de la comodidad de ser lideresa porque logró establecer comunicación con sus compañeros de lucha, no importando que fueran de diversas edades y proveniencias.
Nuestra madre dialogó con nosotros y le dio importancia a nuestras palabras y a nuestra visión del mundo, se sentó a nuestro lado y nos discutió, nos argumentó y también tomó para ella nuestra palabra. Hoy tomamos para nosotras sus palabras, sus enseñanzas, sus luchas, sus temores, sus miedos, sus contradicciones.
Berta, nuestra madre, era rebelde, se ha rebelado a la muerte y su espíritu fuerte nos ha llamado a ser coherentes en nuestra lucha, a tener siempre presente la búsqueda por la unidad, a entender nuestra historia y hacernos cargo de lo que nos toca desde nuestros principios de justicia, dignidad, libertad y paz.
Una de sus las grandes apuestas ha sido la articulación a partir de la construcción colectiva de pensamiento, desde espacios como estos, pero sobretodo, articularse, desde nuestras experiencias y luchas, porque es lo que nos permitirá lograr ese triunfo que un día el río le contó a mi mami, ese triunfo de la vida sobre la muerte.
Estamos fuertes, estamos con convicción, estamos protegidas por las ancestras, por Berta que desde el 2 de marzo es una ancestra más, la guardiana de los ríos, y que desde su otra forma de existir nos cuida y nos exige luchar, con esperanza, con ánimo y con alegría. Berta nos ha llamado a despertar y a pelear la vida y el mundo!
Berta Vive
Berta no murió, se multiplico
