Entrevista con Miriam Miranda, de la OFRANEH de Honduras
El llamado de Berta
Radio Mundo Real
Honduras
Miriam no escondió el dolor por la pérdida de su “hermana” Berta
Cáceres, asesinada el 2 de marzo, luego de 25 años de lucha compartidos,
pero aseguró que el “deber de nosotros como defensores y defensoras de
derechos humanos es regar la palabra, sumarnos, articularnos”, en un
país donde “somos los más vulnerables”. “Cada día se te va cerrando más
el espacio donde vivir, es como estar en la cárcel, así definitivamente.
Sin embargo se asume”, sentenció la dirigente.
Radio Mundo Real entrevistó a Miriam en Tegucigalpa, la capital
hondureña, el primer día de actividades del “Encuentro Internacional de
los Pueblos Berta Cáceres Vive”, el 13 de abril, en el Nacional de
Ingenieros Coliseum de esa ciudad. La charla con Miriam se imponía, una
de las más destacadas dirigentes sociales de Honduras, tan perseguida y
amenazada como Berta. El temor de perderla, en un país donde la
criminalidad, las persecuciones a los luchadores sociales y la impunidad
reinan, no lo escondemos.
“Sabemos que somos más vulnerables que nunca, lo sabemos perfectamente”,
nos reconoció Miriam. “Pero no podemos abandonar la lucha, no podemos
huir, tal como lo hemos manifestado históricamente, tenemos derecho a
vivir en este país en paz, en armonía, con todas las condiciones que
necesitamos como seres humanos. Ese es el llamado que nos ha hecho
Berta”.
La coordinadora de la OFRANEH destacó la importancia de la creación,
justo antes del Encuentro Internacional en Tegucigalpa, de la
Articulación Popular Hondureña Berta Cáceres, que agrupa a movimientos
sociales de todos los sectores, ante la necesidad de articular las
luchas y darles contenido. “No queremos que Berta se convierta en un
ícono vacío, en algo de moda, queremos que sea construcción hacia el
futuro. Ese es el mejor legado que podemos dejarle a las futuras
generaciones”, explicó. “No podemos olvidar a Berta. Es una ausencia,
pero también una presencia permanente en nuestras luchas”, acotó.
Miriam denunció el secretismo absoluto con respecto a la investigación
del asesinato de Berta Cáceres en la localidad de La Esperanza,
departamento de Intibucá. “No es posible que se siga manteniendo ese
secretismo. Tiene que haber participación de los familiares (en la
investigación), de las hijas y el hijo. Eso es lo que estamos
demandando”, señaló. Agregó que además la investigación tiene que tener
en cuenta las denuncias que Berta hacía desde hacía cinco años contra
empresas como Desarrollos Energéticos (DESA), la responsable de la
represa Agua Zarca que se intenta construir sobre el río Gualcarque,
sagrado para los lencas y que Berta tanto defendió.
Para Miriam, así como para los movimientos sociales hondureños y a nivel
internacional, Berta fue asesinada por su lucha social y por ende debe
empezar investigándose a todos quienes ella deunciaba y que tantas veces
la amenazaron de muerte. “Se hace una investigación alejada del motivo
por el cual fue asesinada nuestra hermana. Por eso decimos que el
gobierno es responsable del asesinato de Berta Cáceres, responsable
directo, porque ha permitido que se haya llegado hasta ese nivel aunque
sabía perfectamente que podía tomar decisiones para impedirlo”.
La dirigente garífuna rechazó además el argumento del gobierno que
preside Juan Orlando Hernández de que a Berta no se le protegió su vida,
a pesar de que tenía medidas cautelares dictadas por la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en tal sentido, porque ella se
negaba. “Eso es mentira”, fustigó Miriam. “El gobierno tiene que buscar
junto a los beneficiarios de las medidas cautelares cuál es la mejor
forma para salvaguardarlos. Este país tiene una barbaridad de personas
con medidas cautelares de la CIDH. Yo soy una de ellas. Y a mi nunca me
han preguntado ’¿Miriam, cómo podemos nosotros guardarte seguridad?’”.
Para la representate indígena, no es posible darle seguridad a los
defensores de derechos humanos si no hay voluntad política del Estado
para eliminar las fuentes directas de la vulnerabilidad de esos
luchadores. “Si no se cierra DESA, si no sale del territorio del pueblo
lenca, ¿entonces de qué seguridad estamos hablando? Porque el conflicto
continúa ahí. Ahí está el problema”. Y agregó: “ya que el Estado anda
diciendo que tiene buena voluntad, entonces que saque a DESA, esa
empresa tiene que salir del territorio porque el origen del conflicto
está ahí”. Miriam catalogó como una “farsa” las manifestaciones del
gobierno de que pueden poner policías para que protejan a los defensores
de derechos humanos. Además, el Consejo Cívico de Organizaciones
Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), que Berta coordinaba, ha
denunciado a la Policía y al Ejército como autores de amenazas contra la
dirigente y otros integrantes de la organización. De hecho, el COPINH
denuncia a esas fuerzas como responsables del asesinato de su ex
coordinadora.
Sobre el “Encuentro Internacional de los Pueblos Berta Cáceres Vive”,
Miriam subrayó que el objetivo fue que los movimientos sociales
internacionales construyan estrategias de acompañamiento a nivel mundial
para exigir justicia por el asesinato de la dirigente lenca. Además, se
buscó también avanzar en la búsqueda de propuestas, “juntar la palabra,
nuestro pensamiento, el accionar, para hacerle frente al modelo
depredador de los bienes comunes”.